Conoce estas 18 claves infalibles que te ayudarán a enseñar a hablar a tu hijo de forma sencilla y práctica, y que no encontrarás en otro lugar.

Si tu hijo está empezando a hablar y quieres darle una mano para que lo haga más rápido y hasta empiece a rapear, este artículo es para ti. 

Con estas claves, enseñar a hablar a tu hijo será más sencillo y práctico que nunca, mientras cotorreas y aprendes junto a él.

Primero conocerás a qué edad empiezan a hablar los niños, la importancia de ayudarlos y al final, conocerás las 18 claves que te harán más sencilla la labor de enseñar a hablar a tu hijo. ¡Manos a la obra!

¿A qué edad empiezan a hablar?

De acuerdo con los expertos, es alrededor del primer año de vida que los niños empiezan a decir sus primeras palabras. 

Sin embargo no es hasta cuando cumplen 18 meses de edad que pueden decir unas 20 palabras. Y para cuando cumplen 2 años, ya pueden pronunciar hasta 50 palabras.

Pero no olvides que todos los niños son diferentes, así que si el tuyo empieza a hablar un poco antes o después, no entres en pánico.

 
Enseñar a hablar a tu hijo es de vital importancia ya que además de que le darás herramientas para alcanzar su desarrollo, puedes desarrollar un vínculo muy especial con él. Ahora sí, aquí están las 18 claves que necesitas.

Las claves

1.- Cuéntale cuentos

Lo que empuja al niño a tener el deseo de hablar es su necesidad de comunicarse con nosotros. Por ello, es de gran utilidad que le cuentes cuentos, para crearle la necesidad de escucharte y más tarde, de comunicarse contigo. 

Nada más no le andes contando esos cuentos de Polo Polo que tus tíos te contaban a ti. Aguas.

2.- Si no te sabes cuentos, léele unos

Enséñale los dibujos, muéstrale los colores y despierta su curiosidad hacia los libros. Además que estimular su imaginación, le generarás un interés en explorar la lectura. Además los libros son muy buenos materiales para hablarles de valores.

Puedes intentarlo también con comics acordes a su edad. Pero por favor, no uses el Libro Vaquero solo porque tiene la palabra “Libro” en su portada. 

3.- Valora todos sus logros positivamente

Puede que tú te sientas muy orgulloso porque ya le sabes al Netflix o incluso puede que ya sepas sacar tus impuestos (la neta te envidio). 

Pero para tu pequeño es muy importante que tú reconozcas sus pequeños logros del día a día. 

Ya sea que se haya acabado la comida, o que haya recogido sus juguetes, es importante que se lo celebres, para que sienta que aprecias sus logros.

4.- Háblale a la cara

Esto es importante porque así es como se dan cuenta los bebés que tienes interés en comunicarte con ellos. 

Además esto les ayuda a observar tu rostro e intentar imitar lo que haces, a la vez que contemplan el movimiento de tus labios, lo que les puede dar pistas de cómo empezar a hablar.

Si te aplicas, su primera palabra podría ser papá, ¿te imaginas?

5.- Usa palabras sencillas

Está bien que te encante apantallar a la banda en las reuniones con tus palabras “domingueras”, pero aquí eso no sirve. 

Lo que necesitas es usar palabras sencillas que sean fáciles de pronunciar para tu querubín. “Silla”, “mesa”, “casa”, son términos comunes en su entorno y que él puede fácilmente entender para luego intentar pronunciar más tarde. 


Pero a tus compas sí les puedes decir que no puedes salir con ellos porque andas bañando al canis lupus familiaris (al perro pues).

6.- No uses aumentativos ni diminutivos

El lado opuesto del punto anterior. Recuerda que el chiste es enseñarle con palabras sencillas, pero esto no significa que tengas que usar diminutivos para que hablar se le haga más fácil. 

Diminutivos como “casita”, “camita”, “comidita”, “amiguito” o aumentativos como “grandototote”, “pastelote” o “altote”, lejos de ayudar, pueden confundir a tu hijo sobre la forma correcta de decir las palabras. Así que ponte “abusadote” con esto.

7.- Respeta su turno de hablar

Puede que tu hijo aún no haya empezado a hablar en forma, pero debes estar pendiente y observar cuando quiere intervenir en la plática. 

Presta especial atención a sus gestos, miradas o sonrisas, ya que en un proceso de comunicación uno habla y el otro escucha, por lo que es importante que respetes su turno al habla. 

Sí, aunque solo diga “da-da”, respeta su turno al hablar. 

8.- Haz correcciones indirectas

¿Te enoja o frustra que cuando estás en la reta con los compas, te ponen un buen centro frente a la portería y en vez de rematar, abanicas el balón como jugador de las grandes ligas y tus compas no dejan de señalarte que la regaste?

Ahora imagina el impacto que una corrección puede tener para tu hijo. Nunca lo corrijas directamente ya que sentirá que lo que hizo está mal. 

Si dice “guau” en lugar de decir perro, tú confírmale: “sí, es un perro”. Tu obligación es ofrecerle ejemplos de palabras para que copien, pero cada morro aprende a su ritmo. 

Y tú sigue practicando para no regarla frente a la portería mano.

9.- Ayúdalo a expandir sus frases

Aquí ya le vamos subiendo al nivel. Si tu querubín dice “papá”, añádele al menos una palabra más y dile “Qué alto es papá”. 

Si dice “globo”, ayúdalo y di: “sí, el globo es color rojo”. Con esto tendrá un modelo para imitar y sabrá que hay más palabras que puede emplear. 

Aprovecha y si por ejemplo le vas al Barcelona y tu peque dice “Barcelona”, acompleta y dile: “más que un club”. 

10.- Canta con ellos

Esta es una de las claves más grandes ya que está demostrado que a los niños les resulta más fácil recordar las palabras ligadas a un ritmo musical ya que esto es divertido para ellos. 

En la etapa en la que se encuentran, los niños solo aprenden cosas que les gustan, les divierten o que necesitan. 

Sí, probablemente ya estés harto de “Libre soy” de Frozen, pero puede ser una buena herramienta para ayudar a tu compita. 

11.- Usa tu entorno a su favor

Sé que parece consejo de maestro de artes marciales, pero la verdad es que si deseas que tu bebé aprenda rápido, qué mejor que usar todo lo que lo rodea. 

La “silla”, la “mesa” o la “ventana”, pueden ser excelentes herramientas para que aprenda a hablar con elementos con los que convive. 

Prueba lo mismo cuando lo saques al parque.

12.- Haz que elija

Hazle preguntas de elección múltiple: “¿Quieres jugar con tu muñeco o con tus coches”?

También puedes probar con la comida: “¿Quieres manzana o mango?”. El propósito de esto es enseñarle a estructurar preguntas. 

Incluso puedes probar esto con elementos que conozcas: “¿Quién es mejor, Messi o Cristiano?”.

13.- Haz que use el entorno a su favor

Está comprobado que darles espacio a los niños para jugar con todo y darle rienda suelta a su iniciativa es una excelente forma de desarrollar su psicomotricidad, lo cual les ayuda con el lenguaje. 

Así que déjalo que juegue en libertad y verás cómo necesitará de tu ayuda para nombrar algo que desea alcanzar.

Como tú cuando comes picante, te enchilas y no puedes ni hablar para pedir un vaso con agua. Alguien te prestará atención y te salvará la vida. 

14.- Nada de cortar las palabras en sílabas

Esto es básico porque muchos padres piensan que de esta forma será más fácil que sus hijos aprendan palabras. 

Pero lo mejor es que las aprendan de corrido, ya que así entenderán mejor las palabras y su significado. 

¿EN-TEN-DIS-TE?

15.- Háblale de todo lo que estás haciendo

Pero no como a tus amigos cuando se juntan y les presumes tu récord en Confetti o Fortnite. Sino que seas puntual con las actividades que realizas frente a tu compita. 

Si le vas a dar de comer, puedes decirle: “Ahora papá va a darte de comer tu papilla de mango que te gusta”, “Pero primero te vamos a poner tu babero”, y “Ahora sí, a tu sillita especial”. 

Como lo que le dices a tu compa cuando ya se pasó de copas y lo quieres llevar a comer tacos para que reviva.

16.- Ayúdale a poner en palabras lo que tiene en mente

Si tu chavito se acerca a ti y te señala el garrafón de agua pujando o intentando hacer algún sonido, dile: “¿Quieres un vaso de agua?”.

Probablemente asienta con la cabeza en vez de repetir tu frase pero entonces, tu hijo irá teniendo una idea de cómo pedir lo que necesita. 

Como tú cuando estás enfrentándote a la “cruda” y quieres pedir un analgésico pero apenas puedes balbucear.

17.- Aprovecha los momentos de juego para hablarle

Si estás con tu criatura en el parque y quiere que lo subas a un columpio, pregúntale: “¿Te quieres subir al columpio?”. 

O si van a jugar a las “luchas”, hazla de presentador y anúncialo como si fuera un campeón o campeona de peso completo.

Recuerda que los niños aprenden mucho cuando están jugando, por lo que debes aprovechar estos momentos para hablarles. Y además podrás ser el comentarista deportivo que siempre quisiste ser.

18.- No insistir cuando no quieren hablar

Si bien es importante que mantengas constante comunicación con tu compita, tampoco le obligues a hablar aunque no quiera. 

Esto es muy común por ejemplo cuando le quieres presumir a tus amistades o familiares que tu hijo ya dice “papá”. Obviamente si le pides que haga esto frente a tus amigos y no lo hace, se sentirá mal. 

Es cuestión de que observes sus conductas y veas cuándo sí tiene ganas de hablar.